Que es el Internet de las Cosas y su monitorización
Que es Internet de las cosas y cómo cambiará nuestro mundo
¿Aún no sabes que es el Internet de las Cosas? El Internet de las Cosas o IoT (acrónimo de Internet of Things, en inglés) es un concepto que se refiere a la conexión a Internet de todo tipo de dispositivos(desde un frigorífico hasta un sensor, pasando por un reloj inteligente), con el fin de intercambiar información, lo que permite automatizar y multiplicar en gran medida sus posibilidades de uso.
Que el Internet de las Cosas es uno de los términos de moda cuando de TI y nuevas tecnologías hablamos es algo que está fuera de toda duda. ¿Quién no ha oído hablar de IoT durante los últimos años? Lo que ocurre es que, como tantas otras tecnologías de nuevo cuño, primero oímos hablar de ellas con insistencia, casi con obsesión, después nos preguntamos dónde está aquello sobre lo que tanto nos hablaron y finalmente, sin que apenas nos demos cuenta, está por todos lados.
Con el Internet de las Cosas el proceso está siendo similar. De una forma tal vez no muy visible, está y estará cada vez más presente, formando parte de nuestras vidas casi sin que nos demos cuenta. Más de lo que podamos percibir.
El concepto de Internet de las Cosas aparece en 1999, en el entorno del Auto ID Center del MIT, formulado por parte de uno de sus confundadores, Kevin Ashton, que posteriormente fue ampliando y completándolo durante los años siguientes.
Para entender mejor que es el Internet de las Cosas y cuál será su alcance podemos acudir a nuestra amada Wikipedia. Según ésta, se estima que cada ser humano estaría rodeado de un promedio de entre 1.000 y 5.000 objetos. Teniendo en cuenta que, no obstante, no todos los objetos necesitan conectarse a Internet, se estima que el IoT supondría la interconexión a través de la red de entre 50 y 100 mil millones de objetos. Pero, ¿cuándo sucederá esto?
Un cálculo a tener en cuenta sería el de la consultora Gartner, que estima que, en 2020, alrededor de 26.000 millones de dispositivos estarán conectados al IoT. Así que podría decirse que ya estamos en camino…
Para entender lo que esto supondría, podemos hacer la siguiente reflexión: a lo largo de la Historia, la mayor parte de la información que se ha generado ha partido y ha estado en manos de seres humanos. Durante los últimos años, una importante fracción de esa generación de información ha pasado a estar en manos de ordenadores. La expansión del Internet de las Cosas ocasionaría un descomunal incremento tanto del volumen de información generada como de la cantidad de información compartida, a un nivel nunca visto en nuestra Historia.
¿Cómo podemos ver las auténticas consecuencias de todo esto? Nada mejor que a través de algunos ejemplos:
- El uso doméstico y en especial en el campo de la domótica, es uno de los primeros usos que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en IoT. Algunas aplicaciones IoT ya están bastante extendidas, mientras otras muchas se encuentran en desarrollo. En la actualidad ya se puede, por ejemplo, encender la calefacción a través de un teléfono móvil antes de llegar a casa. Pero no sólo eso, el IoT permitirá una automatización de labores nunca antes vista. Por ejemplo, tu frigorífico podrá detectar cuáles son tus necesidades de suministro en función de tus gustos y encargar a una tienda online que envíe lo que necesites a tu domicilio cuando detecte que tus existencias están a punto de acabarse.
- Los servicios públicos alcanzarán una dimensión desconocida gracias al IoT. La inmensa cantidad de datos que se genere (proveniente, por ejemplo, de sensores distribuidos por la ciudad) contribuirá a mejorar la seguridad, el transporte o incluso la salud de los ciudadanos. Por ejemplo, servirán para medir el nivel de contaminación ambiental de un área determinada, o para detectar si un túnel se ha inundado por causa de una inundación.
- A nivel personal, y a través del uso de wearables, los dispositivos que vistamos adquirirán todo tipo de funciones. Por ejemplo, un reloj inteligente que portes en tu muñeca será capaz de guiarte en el interior de unos grandes almacenes y conducirte de forma directa hacia el producto que estás buscando.
- A nivel empresarial, el IoT encontrará multitud de aplicaciones. Desde en el campo del marketing hasta en el de la producción industrial, el número de usos IoT para la empresa será innumerable, de forma que es algo que hoy apenas empezamos a vislumbrar.
Y estos son sólo algunos ejemplos. A medida que el Internet de las Cosas se desarrolle se crearán nuevas aplicaciones, sobre la base de la idea que subyace en el IoT: el intercambio de información sin intervención humana (o con una intervención mínima). Además, mejoras tecnológicas como el 5G y las siguientes generaciones de telefonía móvil permitirán que el funcionamiento del IoT sea más rápido y efectivo cada día.
Pero, como puedes imaginar, una infraestructura que involucra a miles de millones de dispositivos funcionando simultáneamente siempre estará expuesta a fallos. Y esto es lo que hace entrar en juego el concepto de monitorización. Con una buena monitorización IoT será posible supervisar aspectos determinantes, como el estado de los dispositivos, su versión de firmware o el nivel de su batería. Además, uno de los factores clave a la hora de monitorizar IoT será la flexibilidad, teniendo en cuenta la diversidad de dispositivos y entornos en los que se desarrollará el Internet de las Cosas.
Y ahora, ¿qué tal si conoces un poco mejor Pandora FMS? Pandora FMS es un software de monitorización flexible, capaz de monitorizar dispositivos, infraestructuras, aplicaciones, servicios y procesos de negocio. Y, por supuesto, también es capaz de monitorizar dispositivos IoT.
La mejor forma de conocer la monitorización IoT de Pandora FMS es preguntando al equipo que lo ha creado y lo mejora cada día, ¿no crees?
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